Es un juego colaborativo, es decir, ganamos todos o perdemos todos. Cada jugador tiene el papel de un aventurero distinto: navegador, submarinista, mensajero, explorador, ingeniero o piloto. No juegan los 6 a la vez, el máximo de jugadores es 4. Pero hay varias combinaciones diferentes que pueden salir. Cada aventurero tiene un poder especial y debe ayudar a los demás a conseguir su objetivo.
El tablero o isla está formado por 24 losetas. Así que cada partida es diferente. Se colocan en un cuadrado de 4x4, y 2 losetas más en el centro de cada lado.
Cada participante ha de seguir esta secuencia de juego:
1.Hacer hasta 3 acciones (moverse a una loseta contigua, asegurar una loseta inundada para que no se hunda, entregar una carta de tesoro a otro jugador o recuperar un tesoro)
2.Robar 2 cartas de tesoro
3.Robar cartas de inundación, tantas como el nivel del agua.
Después es el turno del siguiente jugador.
Para recuperar un tesoro el aventurero necesita 4 cartas de ese tesoro y caer en una de las dos losetas correspondientes donde está el tesoro.
Con las cartas de ¡Las aguas suben! llega el peligro: hay que aumentar en un grado el nivel del agua y los lugares de la isla inundados ¡o hundidos! son cada vez más.
Para ganar todos los aventureros tienen que llegar al helipuerto con los 4 tesoros y escapar utilizando una carta de vuelo en helicóptero.
Se puede perder si el nivel de agua llega a la calavera, si se ahoga alguno de los exploradores al hundirse su loseta (esto depende de los poderes del aventurero), si se hunden las 2 losetas correspondientes a uno de los tesoros (antes de recuperarlo) o si se hunde el helipuerto.
Hay varios niveles de dificultad según el nivel del agua, se puede cambiar la forma de la isla, jugar en solitario (usando 2 peones de aventurero) e incluso hay gente que ha intentado la modalidad de 6 jugadores con buenos resultados.
Lo bueno: Es divertido, genera tensión con el tema de las inundaciones, se juega en equipo y no es agresivo. La presentación es muy chula: viene en caja de lata de tamaño pequeño, muy bueno para llevar de viaje. El precio es asequible para lo que cuestan los juegos de mesa normalmente.
Lo malo: No es para el público general ni para los jugones expertos, sino para gente intermedia y algo friki. Aunque dicen que las reglas de juego son sencillas, a mí me parecieron complicadas. No apto para personas competitivas.
Hay muchas críticas favorables en blogs de juegos de mesa, y muchos vídeos de Youtube que enseñan a jugar a La Isla Prohibida con todo detalle, y en español.