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Vale, si seguís leyendo estáis avisados. Os lo dije. Luego no os vengáis a quejar.
La historia es novedosa en su formato, en la manera de ser contada. Para empezar, hay varios narradores, que escriben en primera persona los sucesos en los que han participado. Cuando se ausentan, hay un nuevo personaje que escribe sus memorias. Nótese el hecho de que los narradores, al igual que Collins, son en su mayoría hombres. Pero de todos ellos, la mejor con diferencia es una chica, Marian Halcombe, que se lleva el crédito de ser una excelente detective de la época victoriana, a pesar de la cantidad de adversidades y peligros que la rodean.
Comienza el relato el profesor de pintura Walter Hartright, recomendado por su amigo Pesca para ejercer su oficio en una gran casa de Cumberland, Limmeridge House. Allí dará clase a Laura Fairlie y a la hermanastra de ésta, Marian. Pero las cosas pronto se vuelven muy difíciles y oscuras. Walter, mientras viaja a medianoche, es detenido e interrogado por una misteriosa y extraña desconocida, la Mujer de Blanco, que huye de un peligro terrible. Ese mismo peligro también parece acechar a Laura Farlie y tener mucho que ver con ella. Walter y Marian, en su improvisada función de detectives, deben hacer todo lo que puedan (que es muy poco) por salvarla de unos poderes muy superiores que parecen tenerlo todo controlado.
Un libro con diversión y suspense asegurados. Prohibido leer si no se tiene tiempo, realmente engancha.
2 comentarios:
Ana, muchas gracias por descubrirnos esta lectura, ¡nada menos que de un contemporáneo de Dickens!
El enganche está asegurado, desde luego.
Sí, Collins y Dickens llegaron a hacerse muy amigos :) Pero el estilo de Collins es bastante distinto. Necesitas tener bastante tiempo para leerlo, pero creo que merece la pena! Un saludo!
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